El
Síndrome
de Alcoholismo Fetal (SAF) se refiere a problemas
físicos, mentales y de crecimiento que se pueden presentar en un bebé cuando la
madre ingiere bebidas alcohólicas durante el embarazo. Por ello, es importante
evitar el consumo de las mismas durante la gestación y lactancia.
¿Se
puede predisponer al bebé que crece en la panza a futuras conductas en el consumo de alcohol? Hoy no
parece desacertado pensar que sí.
¿Qué hace el feto con el alcohol?
Las investigaciones llevadas a cabo por el Dr. Juan Carlos Molina, doctor en Psicología del Instituto de
Investigación Médica Mercedes y Martín Ferreyra (IMMF) e investigador principal
del Conicet, determinaron
que el alcohol consumido por la mamá durante el embarazo pasa al feto a través
de la placenta y también a la leche ingresando la información gustativa y olfativa
de la sustancia aún a partir del tercer
trimestre de gestación.
Los experimentos probaron que, una vez
nacidos los bebés cuyas mamás consumieron alcohol, aún en medidas razonables,
al acercárseles un hisopo con la droga a fin de que lo huelan, les producía
euforia, bienestar y un efecto
ansiolítico. Todo ello debido a las capacidades de aprendizaje asociativo de
relacionar el olor con los efectos del alcohol. En cambio en aquellos a los que
se les acercó un hisopo con limón, no generaban reacción alguna.
De acuerdo al trabajo científico, se deduce
que “las capacidades de aprendizaje tempranas van a promover el consumo
posterior de alcohol”.
¿Ya decidiste agrandar la
familia?, entonces elegí la mejor opción: informate sobre conductas saludables
en la gestación.
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