8 de abril de 2019


EL PASAJERO INFANTIL

En el transcurso de la reciente década es notable el desarrollo de los sistemas de seguridad vial infantil. A pesar de ello, muchos niños fallecen o padecen graves lesiones en los incidentes de tránsito en el mundo.

La Academia Americana de Pediatría insta a todos los pediatras a conocer y promover recomendaciones a las familias en cada control de salud.

Las evidencias científicas son el basamento para impulsar cambios en las legislaciones de los países y mejorar la seguridad vial del niño.

En dicho proceso, muchas veces lento en las sociedades en desarrollo, es indispensable que el pediatra asesore regularmente a la familia en el uso correcto de los sistemas de retención infantil.

La sillita infantil cumple la misma función que el cinturón de seguridad: sostener al pasajero en el vehículo y evitar que salga despedido en una colisión.




Los Sistemas de Retención Infantil (SRI) reducen las defunciones de lactantes en aproximadamente 71%, y las de niños pequeños, en 54%. Igualmente,  aunque vayan bien sujetados, los niños corren un riesgo especial, ante impactos laterales.

Los modelos de sillitas infantiles varían según la edad y el peso del niño.
La fijación de las mismas al vehículo  puede ser utilizando el cinturón de seguridad o con ganchos superiores e inferiores tipo LATCH o ISOFIX.
La sillita se debe colocar -idealmente- en la parte central del asiento trasero ya que reduce lesiones por choques laterales, anclada por su parte superior e inferior a los ganchos o cinturones de seguridad provistos por el fabricante del automóvil.

Los menores de 2 años deben ir mirando hacia atrás, hasta el peso o altura máxima que tolere la sillita especificados en sus etiquetas. (La recomendación de los expertos mundiales en la materia es colocar las sillas instaladas en el sentido contrario a la marcha hasta alrededor de los 4 años ya que son altamente eficaces (90 %) en proteger al niño de muerte o de padecer lesiones en la médula espinal que provoquen a su vez parálisis de diferente tenor).

Los mayores de 2 años o aquellos que sobrepasan en peso o talla la sillita, deben viajar mirando hacia adelante.




La silla debe estar equipada con anclaje superior e inferior y sujetar al niño con un mecanismo tipo arnés de 5 puntos. Si quedan espacios entre la silla y el cuerpo, se deben rellenar con almohadillas, mantas, etc.

Los niños en edad escolar o que sobrepasen el tamaño del SRI, pueden viajar sujetados con el cinturón de seguridad pero se los debe adaptar con un elevador o almohadón para que se ajuste correctamente al cuerpo del niño.

A LA HORA DE ELEGIR EL SISTEMA DE RETENCIÓN INFANTIL, SE ACONSEJA LEVAR TANTO AL NIÑO COMO AL AUTOMÓVIL, PARA CHEQUEAR CÓMO AJUSTA EL NIÑO Y DE QUÉ MANERA SE FIJA AL AUTOMÓVIL


Sillas Homologadas

En Argentina no hay procesos de homologación. La norma más comercializada en el país es la europea, que se identifica con un adhesivo naranja. Allí se indica si es universal (sirve para todos los autos), semiuniversal (solo para algunos) o específica (solo para un modelo), y el rango de peso que acepta.

La otra norma es la estadounidense, cuyo adhesivo es amarillo y negro y dice FMVSS.

Mucha atención: no comprar nunca una silla que no esté homologada.

Etapas

Los primeros quince meses se utiliza el conocido como "huevito"; después se pasa a la "butaca", que se usa hasta los cuatro años, siempre que el peso no supere los 18 kilos; luego se utiliza el llamado "elevador con respaldo", para entre 4 y 6 años, y con un tope de 25 kilos el cual habilita al niño a utilizar el cinturón de seguridad del vehículo; finalmente el "booster" (elevador), para los más grandes. Comprobar siempre que el cinturón de seguridad del vehículo pase por la mitad del hombro y no por el cuello del niño. 


Te dejamos un video ilustrativo




Transporte en motocicletas

La Sociedad Argentina de Pediatría aclara que no existen sistemas de protección para que los niños puedan ser llevados en condiciones seguras. La recomendación es, entonces, NO transportar a niños menores de 12 años en estos vehículos.

Por último recordemos que cada jurisdicción tiene reglamentaciones propias relacionadas al transporte de niños en vehículos por lo cual habrá que conocerlas y ajustarse a las mismas.



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