EL FUNCIONAMIENTO DEL CEREBRO EN LA CONDUCCIÓN
Así como conducir responsablemente
dependerá del mantenimiento adecuado del vehículo y de respetar las normas
viales establecidas, también se debe considerar nuestra aptitud física,
psíquica y emocional frente al volante.
¿Cómo se procesa toda la información
mental necesaria para la conducción de un vehículo? Veamos…
Nuestro cerebro está
integrado por cuatro lóbulos: el occipital, parietal, temporal y frontal, los
que tienen tareas específicas.
. El lóbulo occipital se ocupa mayormente de todo lo relacionado con el sentido de la visión
. El lóbulo parietal procesa y combina toda la información sensorial que llega de varias partes del cuerpo, luego emite un mensaje completo
. El lóbulo temporal, se encarga de la memoria de la persona
. El lóbulo frontal, es el más grande del cerebro humano. Planifica, organiza, produce el lenguaje, las emociones, el control de conductas y cognición social. La óptima función de este lóbulo determina una correcta toma de decisiones de parte de un conductor.
Al conducir, utilizamos principalmente
tres tipos de atención:
1) atención selectiva, cuando
decidimos concentrarnos en ciertos aspectos solamente
2) atención sostenida, cuando
mantenemos la atención por largos períodos de tiempo en un aspecto específico
3) atención dividida, cuando
prestamos atención a diferentes estímulos a la vez
Durante la conducción, la atención se divide para llevar a cabo distintas
tareas: estar atentos a la vía, observar a otros autos, tomar decisiones sobre
las maniobras, etc. Por ello es de vital importancia mantener nuestra
responsable decisión de saber que cualquier distracción (uso
del celular, ingesta de sustancias tóxicas, emociones alteradas, etc.) incidirá
a la hora de tomar decisiones en la conducción.
El uso del teléfono celular puede
hacer que . . .
• apartemos la vista de la carretera
(distracción visual)
• apartemos la mente de la carretera
(distracción cognitiva)
• apartemos las manos del volante
(distracción física)
¿Qué más? . . .
También puede producirse distracción
auditiva, provocada por el timbre de un teléfono que suena, aunque la
duración de esa distracción suele ser más corta que en el caso de otras
distracciones.
El uso del teléfono celular puede
afectar al desempeño de la conducción con respecto a una serie de tareas, dando
lugar a lo siguiente:
• incremento del tiempo de reacción
para detectar y responder a acontecimientos inesperados relacionados con la
conducción;
• reducción de la capacidad para
mantener una posición correcta en el carril;
• reacciones de frenado más lentas
con frenadas más intensas y distancias de parada más cortas;
• reducción de la capacidad para
mantener la velocidad adecuada (esto es, normalmente se circula más despacio);
• incremento del tiempo de reacción
ante las señales de tráfico o no reparar en ellas;
• reducción del campo de visión (es
decir, el conductor suele mirar más hacia delante que a la periferia o por los
espejos);
• reducción de la distancia de
seguridad;
• calcular mal el espacio necesario
en el flujo circulatorio para incorporarse con suficiente tiempo a la
circulación de forma segura;
• aumento del trabajo intelectual, lo
que genera niveles de estrés y frustración más elevados;
• reducción de la percepción del
conductor de lo que ocurre a su alrededor
Se ha observado que el uso de
teléfonos con dispositivos de manos libres durante la conducción reduce la
vigilancia visual de los instrumentos del vehículo y de la situación del
tráfico en general, y afecta negativamente a la capacidad para controlar el
vehículo.
Esos datos llevan a pensar que, en lo que respecta al desempeño de la conducción, no es más seguro utilizar teléfonos con manos libres que sin manos libres.
Recordemos: Al volante, solo se conduce. ¡Ante todo la Vida!
Datos: Organización Mundial de la Salud
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